lunes, 30 de diciembre de 2013

Espada de Dos Filos

DECLARACIÓN DE FE
BAUTISTA INDEPENDIENTE FUNDAMENTALISTA


Creemos que los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamentos son verbalmente inspirados por Dios e infalibles en su escrito original y que constituyen la autoridad suprema y final en fe y práctica.   (II Timoteo 3:16-17; II Pedro 1:19-21)
Creemos  en un Dios, eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en esencia, pero distintos en personalidad y función. (Éxodo 20:2-3; Mateo 28:19; I Corintios 8:6)
Creemos que Dios creó el universo por un acto directo sin el uso de material pre-existente y aparte de cualquier proceso de evolución, conforme a la narración de Génesis. (Génesis 1:1-31; Éxodo 20:11; Colosenses 1:16-17; Hebreos 11:3)
Creemos que Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de María, una virgen, y es verdadero Dios y verdadero hombre. (Juan 1:1, 14; Lucas 1:35; Isaías 7:14; Gálatas 4:4)
Creemos en la resurrección del cuerpo crucificado de nuestro Señor, en Su ascensión al cielo, y en Su presencia actual allá como nuestro Sumo Sacerdote y Intercesor. (Mateo 28:1-7; Hechos 1:8-11; I Corintios 15:4-9; Hebreos 4:14-16)
Creemos que el Espíritu Santo es el agente del nuevo nacimiento por medio de la convicción y regeneración y que El sella, mora y bautiza a cada creyente en el Cuerpo de Cristo en el momento de su conversión.   Creemos que el Espíritu Santo llena, habilita y distribuye dones de servicio a los creyentes, sin embargo los dones de señales eran limitados al Período Apostólico. (Juan 3:5; Efesios 1:13; Romanos 8:9; I Corintios 12:13; Efesios 5:18; 4:11-12; Romanos 12:6-8; Hebreos 2:3-4; Efesios 2:20; I Corintios 13:8-13.)
Creemos que el hombre fue creado a la imagen de Dios, que el pecó y así incurrió no sólo la muerte físico, sino también la muerte espiritual que es la separación de Dios, y que todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa y son pecadores en pensamiento, palabra y hecho. (Génesis 1:26-27; 3:1-6; Romanos 5:12, 19,; 3:10-13; Tito 1:15-16)
Creemos que el Señor Jesucristo murió como sacrificio sustitutorio por todos los hombres.   Su sacrificio expiatorio de sangre fue ilimitado en su potencial. Sólo se limita en su aplicación, salvando efectivamente a los que son atraídos por el Espíritu Santo al arrepentimiento y fe. (Isaías 53:4-11; II Corintios 5:14-21; I Juan 2:1-2; II Pedro 2:1; I Timoteo 4:10; Juan 3:5-8; 16:8-13)
Creemos que todos los que reciben por fe al Señor Jesucristo son nacidos de nuevo del Espíritu Santo y así llegan a ser hijos de Dios. (Juan 1:12-13; 3:3-16; Hechos 16:31; Efesios 2:8-9)
Creemos en la seguridad eterna del creyente, que es guardada para siempre por el poder de Dios, y por lo tanto es imposible que un creyente nacido en la familia de Dios se pierda. (Juan 6:39, 49; 10:28-29; Romanos 8:35-39; Judas 1; I Pedro 1:5)
Creemos en la “esperanza bienaventurada” – el retorno personal, premilenial, pretribulacional,   e inminente de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuando la Iglesia será reunido con El.   (Tito 2:13; Juan 14:1-3; I Tesalonicenses 4:13-18; I Corintios 15:51- 58; II Tesalonicenses 2:1-13)
Creemos en el cumplimiento literal   de las profecías y promesas de las Escrituras que predicen y aseguran el futuro regeneración y restauración de Israel como una nación.   (Génesis 13:14-17; Jeremías 16:14-15; 30:6-11; Romanos 11)
Creemos   en la resurrección corporal de los justos y los injustos,   la bienaventuranza eterna de los salvos, y el castigo eterno de los perdidos.   (Mateo 25:31-46; Lucas 16:19- 31; I Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 21:1-8)
Creemos que la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo es el organismo espiritual compuesto de todos los creyentes nacidos de nuevo en esta dispensación del Nuevo Testamento. (Efesios 1:22-23; I Corintios 12:13)
Creemos que la iglesia local es la agencia a través de la cual Dios ha escogido para cumplir Su obra en el mundo.   Una iglesia Bautista Neo-Testamentaria es un cuerpo organizado de creyentes bautizados, sumergidos bajo una profesión creíble de fe en Cristo Jesús, teniendo dos oficios (pastor y diácono), congregacional en gobierno, autónoma en naturaleza, y asociándose los unos con los otros para trabajar, adorar, edificar, y observar las ordenanzas y el cumplimiento de la Gran Comisión a nivel mundial.   Creemos que la iglesia local, bajo la supremacía de Cristo, debe ser libre de jerarquías externas y no debe asociarse con ningún esfuerzo ecuménico, neo-ortodoxo, neo-evangélico, carismático, ni ningún otro esfuerzo que comprometa la Verdad. (Hechos 2:41-47; Efesios 3:10; Mateo 28:18-20; I Timoteo 3; I Pedro 5:1-3; Efesios 1:22; Romanos 16:17; II Corintios 6:14-17; I Timoteo 6:3-5)
Creemos que las ordenanzas bíblicas de la iglesia son el bautismo y la Cena del Señor, y deben ser administradas por la iglesia local; que el bautismo, por inmersión, debe ser administrado a creyentes sólo como un símbolo de su creencia en la muerte, sepultura y resurrección de nuestro Señor Jesucristo y como testimonio al mundo de esta creencia y de su muerte, sepultura y resurrección con El; y que la Cena del Señor debe ser observada por los creyentes bautizados para anunciar la muerte de Cristo “hasta que El venga.” (Mateo 28:18-20; Hechos 2:41-47; 8:26-39; I Corintios 11:23-28; Colosenses 2:12)
2-14-05